Mariscos:

El marisco es muy saludable ya que no contiene a penas grasa (entre el 0,5 y el 2%).
Tiene aproximadamente un 75% de agua, de cada 100gr, 18 son proteínas.
Y el único incoveniente del marisco es el ácido úrico que se obtienen de la degradación de unas proteínas llamadas purinas y que cuando se metabolizan por nuestro organismo se convierten en ácido úrico.Su valor energético no es demasiado elevado ya que de media, el marisco aporta 80 calorías por cada 100gr de marisco consumido.
Los hidratos de carbono no superan el 1%. Excepto en los moluscos donde la cifra se acerca al 5%.También debemos hablar del marisco como una rica fuente de minerales ya que aporta calcio, también aportan fosforo, sodio,potasio,hierro,yodo y magnesio.

La consevacion del marisco siempre que no se consuma al momento, debe ser congelado para preservar la cadena de frio, ese marisco presentará las mismas propiedades nutritivas que el fresco. Además de mantener el valor nutricional, la congelación evita el crecimiento y desarrollo de bacterias. De este modo, se conserva tanto el alto valor biológico de sus proteínas, como la cantidad de ácidos grasos insaturados, entre ellos el omega 3, las vitaminas y los minerales.

Los más adecuados para congelar son los de carnes más prietas, como langostas, gambas, cigalas, etc. Otros más delicados, como las nécoras, o los percebes, no aguantan tan bien el proceso de congelado. Congelar un cefalópodo, como es el pulpo, puede ayudarnos a ablandar su carne.

En el caso de los moluscos se aconseja que si no se van a consumir inmediatamente, los guardemos en la parte baja de la nevera (la menos fría), envueltos en un paño húmedo. Pero nunca más de dos días. Si no los vas a comer entonces, cocínalos al vapor y déjalos preparados para otro día. Una vez cocidos pueden congelarse y guardarse entre tres y seis meses, aunque su calidad se resiente.